El domingo 11 de julio, como a las diez de la noche, me topé con el par de perritos cuyas fotos les adjunto. Estaban en la avenida La Alborada, en Pueblo Libre, a cuadra y media del cruce con la avenida Mariano Cornejo (antes 28 de julio). El vigilante que cubría el turno me comentó que alguien había aprovechado el momento en que su companero de la manana se había ido a almorzar, para dejar a los dos animalitos amarrados, con sus propias correas, a las rejas de un colegio que está en ese lugar. Pensaron que volverían por ellos, pero pasaron las horas y nunca los vinieron a buscar.
Al día siguiente, el senor que atiende en una sanguchería que funciona al lado del colegio me contó que la noche del sábado él ya había observado a unos chicos que iban en triciclo (recicladores) haciéndose seguir por los animalitos, a quienes no llamaban por sus nombres, sino con simples "psst, psst", y que tal actitud le pareció sospechosa.
Los perritos, una chiquita adulta y un cachorrón negro, son súper carinosos con todas las personas y entre sí. No se separan por nada, se lamen mutuamente, se cuidan todo el tiempo y estaban con collar y ropita (ella con la misma que se ve en las fotos; el, con otro chaleco, que ya le cambiamos, porque estaba muy deteriorado). Además, se nota que han sido súper engreidos, pues no comen cualquier cosa y prácticamente hay que ponerles la comida en la boca (no comen balanceado). Tampoco les gusta salir a la calle, sobre todo a la "soldadita", a quien, por tal motivo, hasta ahora no he podido llevar a la veterinaria, pues se resiste a salir.
Todos estos detalles hacen que me resulte difícil creer en un abandono directo. Yo creo que estos animalitos fueron robados o víctimas de alquien que ha querido hacerle un daño a sus dueños. Por eso, les pediría que me ayuden con la difusión de las fotos y el caso, a ver si llegan a quien probablemente (ojalá!) los esté buscando. Mientras, los chiquitines están en mi casa, volviéndonos locos, pues ya hay otros cuatro perros, con los que no se llevan para nada bien.
Desde ya les agradezco.
Mariella
Al día siguiente, el senor que atiende en una sanguchería que funciona al lado del colegio me contó que la noche del sábado él ya había observado a unos chicos que iban en triciclo (recicladores) haciéndose seguir por los animalitos, a quienes no llamaban por sus nombres, sino con simples "psst, psst", y que tal actitud le pareció sospechosa.
Los perritos, una chiquita adulta y un cachorrón negro, son súper carinosos con todas las personas y entre sí. No se separan por nada, se lamen mutuamente, se cuidan todo el tiempo y estaban con collar y ropita (ella con la misma que se ve en las fotos; el, con otro chaleco, que ya le cambiamos, porque estaba muy deteriorado). Además, se nota que han sido súper engreidos, pues no comen cualquier cosa y prácticamente hay que ponerles la comida en la boca (no comen balanceado). Tampoco les gusta salir a la calle, sobre todo a la "soldadita", a quien, por tal motivo, hasta ahora no he podido llevar a la veterinaria, pues se resiste a salir.
Todos estos detalles hacen que me resulte difícil creer en un abandono directo. Yo creo que estos animalitos fueron robados o víctimas de alquien que ha querido hacerle un daño a sus dueños. Por eso, les pediría que me ayuden con la difusión de las fotos y el caso, a ver si llegan a quien probablemente (ojalá!) los esté buscando. Mientras, los chiquitines están en mi casa, volviéndonos locos, pues ya hay otros cuatro perros, con los que no se llevan para nada bien.
Desde ya les agradezco.
Mariella
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